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Publicado en: El Tiempo

Paz

15 de noviembre de 2018

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Cartagena del Chairá, en el Caquetá, es uno de los territorios del país que, tras años de violencia, ha conseguido sobrevivir al conflicto armado y a los cultivos ilícitos.
Desde hace unos 10 años, según sus pobladores, su economía dejó de depender de las siembras de coca y buscaron otras fuentes de recursos, como el ganado. “Tras dejar los cultivos ilícitos, de forma voluntaria, la ganadería se nos convirtió en la forma más rápida para conseguir recursos porque nos estábamos muriendo de hambre”, cuenta Rafael Orjuela Huertas, líder comunitario de la vereda Remolino.

Pero de la mano de esta nueva economía, según líderes sociales, vino la destrucción de su territorio por cuenta de la ganadería extensiva, que ha llevado a la deforestación de la Amazonia.

En esta región empotrada en la selva, la ganadería está acabando con los paisajes verdes que caracterizan al departamento. Es por eso que líderes comunales le están pidiendo al Gobierno Nacional que les ayude a encontrar una salida para que la ganadería se pueda hacer de manera responsable y, sobre todo, haciendo buen uso de la tierra.

De acuerdo con Rodrigo Velaidez, líder del Fondo de Acción, a la zona llegan personas con “mucho músculo financiero a arrasar 100 o 200 hectáreas de tierra”. Según el Ideam, en la región se talaron 26.544 hectáreas de bosque natural entre 2015 y 2016. Ahora la comunidad ve las consecuencias y trabaja en la construcción de un manual de reglas para ganadería que permita conservar el medioambiente.

Racionalizar uso de la tierra

Actualmente, cada cabeza de ganado necesita una hectárea, lo que no sólo implica la tala de millones de árboles, sino que además la tierra quede infértil.

Esa es la ganadería se están haciendo, por ejemplo, comunidades como las de San Vicente del Caguán, Puerto Rico, Río Negro y Paujil, en el departamento del Caquetá, lo que lleva a perder tierra productiva.

“Para la ganadería se necesita mucha extensión de tierra, máxime cuando acá no se tecnifica nada porque el único sistema que se usa es extractivo, y es poco lo que se le inyecta a la tierra. La deforestación es la que nos está generando muchos problemas por acá”, dice Orjuela.

La idea del grupo de líderes del núcleo campesino 2 de Cartagena del Chairá es implementar acciones para que se pueda seguir haciendo ganadería, pero acompañada de técnicas responsables.

Así, le piden al Gobierno ayudas económicas para implementar tecnologías que permitan aprovechar al máximo la tierra, y evitar la ganadería extensiva, mejorando la calidad de los pastos y dividiendo los potreros, entre otras medidas.

La comunidad también busca socializar su manual con el fin de enseñar técnicas para que en espacios más pequeños de tierra se puedan mantener más reses, dividiendo las hectáreas, de forma tal que se pueda rotar el ganado y sacarle más provecho al territorio.

De acuerdo con Velaidez, entre los problemas que trae el uso inadecuado que se le está dando a la tierra está la “contaminación y escasez de agua. Empiezan a desaparecer los peces, pues el agua está sucia por las heces de las vacas, además desaparece la fauna silvestre y la flora nativa como el cedro, el canelo. Esas maderas, que son muy finas, eran abundantes”.

Según Orjuela –quien vive a 100 kilómetros río abajo de Cartagena del Chairá–, además de tecnificar la ganadería, el Gobierno debe buscar conectar esta región a través de vías.

“No hay vías de acceso, todo se hace a través del transporte fluvial. Si queremos hacer otras cosas, sembrar productos y vivir de la agricultura, necesitamos carreteras para poder sacar nuestros productos”, dice.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Tomado de: https://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/cartagena-del-chaira-del-flagelo-de-la-coca-a-la-deforestacion-por-ganaderia-294048[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]